Ámate a ti misma
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Mujer, escucha lo que tu corazón tiene que decir,
siente como llora en cada golpe que recibes,
en cada lágrima que dejas caer,
no puedes seguir viviendo así,
debes oír lo que a gritos te dice… ¡basta ya!
Sé que te sientes desamparada,
no sabes a quién acudir, en quién confiar,
tienes miedo de comenzar de nuevo, de comenzar de cero,
pero debes empezar dando el primer paso,
ya verás que poco a poco empezarás a caminar.
Tú vales muchísimo, más de lo que crees,
No permitas que nadie te diga lo contrario,
tal vez hoy no sabes quién eres, ni a dónde vas,
pero encontrarte es tu misión, libérate de esa prisión,
llena de valor debes seguir, para que por fin te sientas libre.
Mujer… tu sola presencia irradia dulzura,
no sé cómo alguien puede pensar en lastimarte,
el amor de tu corazón es incomparable a tu facilidad para perdonar,
hoy busca tu propia luz, escucha tu corazón,
ese compañero fiel que sufre a tu lado,
ese no se equivoca cuando te dice ¡basta ya!
Ni con el pétalo de un rosa
Al menos una de cada tres mujeres en todo el mundo ha sido golpeada, coaccionada sexualmente o ha sufrido otro tipo de abuso en su vida (siendo el culpable generalmente alguien conocido).
La violencia contra las mujeres es un problema con proporciones inimaginables, ya que destroza vidas, no solo de aquellas que sufren el daño tanto físico como psicológico sino también de los hijos si se da dentro del hogar pero lo más alarmante es que no buscan ayuda y por temor muchas veces callan y viven en silencio ese martirio que pone a prueba su autoestima en cada palabra humillante o golpe recibido.
En su mayor parte, el miedo y la vergüenza siguen impidiendo que muchas mujeres denuncien su situación y, por ello, los datos recogidos son a menudo insuficientes e inconsistentes. Sin embargo, en las dos últimas décadas se han alcanzado logros significativos para sacar a la luz este tema e incluirlo en las agendas de la política nacional e internacional.
Más de 45 países tienen ya una legislación específica sobre la violencia doméstica y un creciente número de países ha instituido planes nacionales de acción para acabar con la violencia contra la mujer. Sin embargo, la falta de los recursos adecuados para aplicar estas políticas sigue impidiendo el progreso.
Las redes regionales, nacionales y mundiales creadas por grupos de mujeres están creciendo en fuerza y en impacto.
Estas redes, como la Red regional del Pacífico contra la violencia contra la mujer, The Women, la Red Africana para el Derecho y el Desarrollo, el Foro de Asia Meridional contra el tráfico de personas y muchos otros, han llegado a desempeñar un papel primordial en la lucha por concienciar a las distintas comunidades y conseguir un cambio positivo aquellas actitudes y prácticas relacionadas con la violencia de género.
Basta Ya
En el año 1999 la Asamblea General de Naciones Unidas decidió que el 25 de noviembre fuese declarado Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. No nos remitiremos a los datos, pues con la violencia infligida a una sola mujer es más que suficiente.
La violencia contra la mujer es un hecho actual y el reto más importante es que se tome conciencia de que se trata de una violación de los derechos humanos y un delito inaceptable.
Tenemos que renovar nuestro compromiso de luchar por una vida libre de ataques contra el bienestar físico y emocional de la mujer.
