La tristeza y los sentimientos profundos de depresión han sido parte de nuestra condición humana.
Siempre se pensó que esta condición se presentaba solo en personas adultas, sin embargo, en la actualidad la depresión también está siendo diagnosticada en niños y adolescentes con regularidad, ya que ellos, al igual que los adultos, pueden presentar cambios importantes en su vida, como resultado de pérdidas significativas como el divorcio de los padres o algún otro problema.
El concepto de depresión infantil se forma como tal en 1987 como un conjunto de síntomas. Se establece que puede existir en todas las edades y como mínimo para poder hablar de la sintomatología debe durar alrededor de un mes.
Entendiéndose la depresión, como un desorden caracterizado por la alteración en el estado de ánimo, acompañado de cambios en el comportamiento a nivel escolar, en el hogar o en la sociedad. Actualmente, está afectando a 1 de cada 33 niños y a 1 de cada 8 adolescentes. Esta enfermedad puede tener manifestaciones variables, desde sentimientos leves de tristeza hasta grados de depresión severa, que puede terminar en el suicidio.
Es importante que los padres estén atentos ante alguna señal de alarma como por ejemplo: el niño generalmente siempre está triste o llora con facilidad, no desea ir al colegio, se aleja de sus amigos, entre otras.
Recordemos que la supervisión y el amor de los padres es vital para asegurarle al niño un desarrollo sin problemas.
