Día Mundial del Agua

Hoy 22 de marzo se celebra el Día Mundial del Agua, una fecha establecida por las Naciones Unidas para que la población reflexione acerca de la importancia y la necesidad de preservar este recurso para el futuro de la humanidad.

Este año tiene por lema "Agua limpia para un mundo sano".

Al tiempo que crece la población y las necesidades del desarrollo exigen mayor cantidad de agua para las ciudades, la agricultura y la industria, la presión sobre los recursos hídricos se intensifica, ocasionando un impacto excesivo en el medio ambiente. Asimismo, el cambio climático constituye un factor determinante.

CIFRAS

Ningún líquido es tan vital para la humanidad como el agua, y pese a ello, alrededor de 884 millones de personas, en su mayoría africanas, no tienen acceso a ella, asimismo más de 2.500 millones de seres humanos aún carecen de sistemas sanitarios adecuados.

El deterioro de la calidad de las aguas del mar, ríos, arroyos y lagos tiene consecuencias directas sobre los ecosistemas y la salud humana. Esta situación constituye una tragedia indescriptible y un obstáculo importante para el desarrollo, teniendo en cuenta, que el 71% de la superficie terrestre está cubierta de agua y solo el 2% es bebible y lo más preocupante es que lo estamos contaminando.

PROPÓSITO

El propósito del Día Mundial del Agua es promover una comprensión global sobre la necesidad de un uso más responsable de este recurso.

Dar mayor realce al tema de la calidad del agua exhortando a gobiernos, organizaciones, comunidades y personas en todo el mundo a que adopten medidas en relación con ese tema y realicen actividades de limpieza y prevención de la contaminación, entre otras.

Con la proclamación de este día se invita anualmente a los países a celebrar distintas actividades destinadas a concienciar a la población de la importancia de la conservación de este recurso.

La principal dificultad consiste en encontrar maneras más efectivas de conservar, utilizar, proteger y evitar contaminar los recursos hídricos a nivel global.

Recordemos que sólo una actitud responsable podrá ayudarnos a seguir contando con este recurso a perpetuidad.

¿Permiso para quererme?

La mujer ha sido vista desde siempre como un ser oprimido, que ha tenido que luchar por un sitial social, aunque algunas han aceptado, por comodidad, inseguridad o temor esa opresión, nadie puede negar o esconder que la batalla por sus derechos se viene librando desde hace mucho, debido a que se ha empujado a la mujer a un espacio reducido, a un sitial inferior.

Sin embargo, en estos tiempos, su papel se ha intensificado y valorizado, ya que la mujer vive su mejor momento en la construcción de la historia.

Es por eso, que ha llegado la hora en que las mujeres redescubran su verdadero papel en la sociedad, exploren su verdadera identidad y rebasen patrones y estereotipos socioculturales impuestos durante épocas.

La mujer moderna vive inmersa en una densa red que se comenzó a tejer en la infancia, a través de la recepción de mensajes, pocas veces saludables, acerca de lo que significa ser mujer. De allí en adelante se enfrenta a la adolescencia, al bombardeo ideológico sociocultural (incluida la publicidad), a las relaciones de pareja, a la necesidad de conservarse "bella", al matrimonio, los hijos, la menopausia y la vejez, entre otros.

En este tránsito, la mujer va perdiendo su amor propio y adecuándose a las innumerables exigencias del medio ambiente, que devalúan su autoestima y la atan a la necesidad de aprobación. Así aprende a complacer a otros, a "ser buena", a aplacar sus verdaderos sentimientos, a fingir, a mentirse a sí misma, a no arriesgarse, a aislarse o aturdirse, en un camino que generalmente se hace nebuloso y le impide ver hacia dónde se dirige realmente.

Si el autoestima es la valoración que hacemos de nosotros mismos, entonces para qué buscar la aprobación de gente que espera que nos comportemos como la típica mujer sumisa de años atrás, basta ya de pensar que servimos solo para cocinar, lavar y planchar, nosotras somos más que eso, valemos mucho más.

La mujer de hoy puede ser madre y profesional a la vez, con el tiempo venimos demostrando que somos más fuerte de lo que aparenta nuestro ser, ya no pueden limitarnos los prejuicios vanos, porque cada día nos venimos ganando nuestro derecho a la igualdad de oportunidades.

El silencio del más débil


En nuestra sociedad machista, existe un problema con dimensiones inimaginables, que deja huella en el corazón de sus víctimas, y es que la violencia contra la mujer, es considerada una transgresión a sus derechos.

Muchas veces, por desconocimiento o miedo a represalias, algunas mujeres se abstienen de pedir ayuda y no denuncian los hechos, arriesgando sus vidas, permaneciendo en silencio junto a su agresor. Para conocer más sobre el tema, visitamos el Centro Emergencia Mujer de Chiclayo, y recogimos la siguiente información:

¿Dónde radica el problema?
La violencia contra las mujeres, está altamente extendida y es de naturaleza multicausal, lo que permite que muchas veces pase desapercibida o que no se tome en cuenta su real dimensión e impacto. Comprender la violencia hacia las mujeres implica evaluar cómo se estructuran las relaciones entre mujeres y hombres, y cuál es la valoración social de las mujeres como sujetos de derecho en nuestra sociedad. Es necesario entonces, analizar el conjunto de creencias, normas y prácticas sociales que legitiman esta violencia.

¿Qué tipo de denuncias son las que mayormente se registran?
Los índices de violencia contra la mujer en Chiclayo son alarmantes, durante el año 2009, registramos 147 denuncias por maltrato psicológico, 32 por violencia física y 19 por abuso sexual, haciendo un total de 198 denuncias.

¿Cuál es la causa principal por la que estas mujeres son agredidas?
La mayoría de los casos registrados son por parte del esposo o conviviente y la causa principal es el alcohol, la incompatibilidad de caracteres, los celos y los problemas económicos. La violencia sexual aparece en un discreto sétimo lugar.

¿A nivel nacional se tiene una cifra específica de casos?
Aún es difícil contar con estadísticas que reflejen las dimensiones reales de este problema, ya que solo una pequeña parte denuncia los hechos.

¿A qué se debe que algunas mujeres no buscan ayuda y denuncian el maltrato?
La ausencia de denuncias obedece a muchas razones, la más frecuente es el considerarlo como no necesario. Otras razones importantes son: no saber a dónde acudir, vergüenza, asumir que la mujer tenía la culpa, el miedo a mayor agresión y no querer hacer daño a su pareja. También están presentes las razones fatalistas: “nada sirve” o “cosas de la vida”, que no hacen más que agravar el problema

¿Qué secuelas deja en la mujer?
La violencia hacia las mujeres, independiente del espacio en que se produzca, tiene graves efectos a nivel individual y social. En el primer caso, ocasiona serios daños físicos y psicológicos, que incluso pueden acabar con la vida de las mujeres. Las sobrevivientes suelen padecer a lo largo de toda su vida trastornos emocionales, problemas de salud mental, e incluso limitaciones para disfrutar de una vida sexual sana y satisfactoria.

¿Qué cantidad de denuncias se registran según el área de residencia?
Los datos derivados de la ENDES (Encuesta Nacional de Demografía y Salud Familiar) muestran que el porcentaje de mujeres maltratadas en el área urbana corresponde al 42% y en el nivel rural al 39,6%. Esta información cuestiona la creencia de que son sólo las mujeres pobres e indígenas quienes sufren violencia, evidenciando un problema que cruza los distintos ámbitos geográficos y estratos socioeconómicos.

Como podemos darnos cuenta, la violencia contra la mujer no respeta edad ni condición social, es lamentable que sean las personas de su entorno, autores de ese maltrato, y muchas veces por temor a represalias no denuncian los hechos. Recuerden que junto al agresor, todo es un círculo vicioso, si callan el abuso, en algún momento volverá a ocurrir.

Debemos ser valientes y denunciar el maltrato, basta ya de callar, cada una de nosotras valemos y mucho, no permitan que nadie les diga lo contrario, empecemos por amarnos a nosotras mismas, somos mujeres, amiga, madre, esposa, hermana, en el fondo una sola.

Neko

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